Dia 0: Quién soy. De dónde vengo y hacia dónde voy

(de lo último no estoy segura, pero suena bien)

Este espacio ha sido pensado para compartir anecdotas y vivencias coditianas de una forma amena y reflexiva más que de forma profesional. Los detalles profesionales están Linkedin. Entonces, a grandes rasgos, soy una mujer de mediana edad; es decir, millenia, profesionista, soltera, de una familia grande, siendo la última de 6 herman@s. Nací en un pueblo pequeño de la sierra centro del Ecuador [al cual llamo Macondo], crecí en una ciudad pequeña de la Amazonía [a la que llamo Domo] y a partir de los 18 años vivo en Quito, la capital del país. Vine a estudiar la universidad y me quedé acá, al momento le veo difícil que me pueda mudar a otro lugar, pero tampoco está cerrada esa posibilidad. Desde el kinder me he destacado en los estudios, sobre todo las matemáticas y el dibujo, lo cual me ha llenado de algunas satisfacciones tanto personales como profesionales. También me he interesado en la música, la danza y el deporte, en especial el balóncesto, deporte que entrenaba regularme durante mi adolescencia, bueno también algo de atletismo aunque no llegué a destacar y a los 16 años me retiré, a día de hoy hago ejercicio regularmente por salud. También me gustan las caminatas y paseos al campo, ¿a quién no le gusta el aire libre y la naturaleza? Si pudiera regresar en el tiempo y luego de pensarlo mucho, habría estudiado matemáticas o estadística en lugar de economía. Pero como el tiempo es lineal y no se puede regresar, pues me conformo con ser econometrista, que tampoco me ha ido mal. He viajado practicamente por todo el Ecuador y por varios países de América, así he ido a Colombia, Perú, Chile, Argentina, Panamá y Estados Unidos. También viví por 17 meses en Australia y pude conocer el sudeste asíatico (2014-2015); además, el año pasado estuve en Sudáfrica. Actualmente estoy planeando migrar a Europa, ya que con esto de la pandemia, la situación en los países de Latinoamerica y Ecuador está muy complicada, sobre todo en terminos económicos y laborales. Si lo sabré yo que ando estudiando los efectos economicos de la crisis sanitaria. No quisiera terminar esta primera entrada en un tono pesimista, así que valga decir que me siento muy afortunada de tener la familia que tengo y las amistades conservadas. Puede que en términos materiales no tenga mayores riquezas, aunque si tengo lo suficiente para vivir cómodamente, considero que conocer tanta gente de lugares tan diversos ha sido mi mayor logro y riqueza. En todo caso, por ahora me siento bien y satisfecha de lo que soy y lo que tengo, puedo domir en paz. Y como dice la negra Sosa, cada día le doy "Gracias a la vida, que me ha dado tanto".


Del baúl de los recuerdos: Mis primeras publicaciones

Lo que en estos momentos me quita un poco de sueño es poder realizar las publicaciones que se requieren para el doctorado, ya que no son cualquiera, que deben ser de temas económicos, en inglés y en revistas de alto impacto que llaman, las famosas Q1 o Q2, y eso me estresa enormemente. Sé que al final lo lograré, pero por ahora me estresa. Esta situación me hace añorar la época del kinder o de la escuela, en dónde publicaban mis dibujos. Para entonces se hacían períodicos murales y siempre requerían de mi participación y lo hacía con todo gusto. Expusieron mi primer dibujo cuando tenía 5 años, luego de que la profesora dijo que dibujemos lo que víamos. Lo interesante del asunto fue que como mi asiento era en una esquina al final del salón, dibujé eso, el salón con 20 niños y la profesora al frente en la pizarra señalando su dibujo de serpiente. ¿Cuál fue la diferencia con el resto de dibujos de los otros niños? que ellos sólo habían esbozado una serpiente y al parecer eso erá lo único que ellos venían. Recuerdo desde entonces la expresión de la profesora al ver mi dibujo, estaba entre asombrada e incrédula. En principio no sabía si hice bien o mal, pero supongo que el hecho de que ella haya expuesto mi dibujo como uno de los mejores trabajos, era señal de que estuvo bien. Años más tarde, entre los 10 y 12 años, solía ir en representación de la escuela al concurso interescolar de dibujo, aunque no llegué a ganar, el evento incluía un día de asueto con todo pagado más una vuelta en avioneta por encima de la selva amazónica. Era un espectáculo interesante y obviamente desde arriba se tiene otra perspectiva del mundo. Luego, el encanto del dibujo se redujo en el colegio con eso del dibujo técnico, la verdad es que era buena en ello también y hasta cobraba por hacer las láminas, pero no he vuelto a dibujar en años. En orientación vocacional me dijeron que siguiera arquitectura, pero en aquellos tiempos no le encontraba mucho futuro a esa carrera. Lo que si lamento es no conservar aquellos dibujos.

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